Como ave fénix...
Recuerdo una mañana de sábado en la playa, a un padre enseñándole a su hija a dibujar corazones en la arena.
Recuerdo tu ritual de lavar las manos y de peinarte y cuando guardabas tu pequeña peineta en el bolsillo de la camisa.
Recuerdo algunas mañanas de domingo en tu cama achuchándote.
Recuerdo tus dibujo para el cole que debía haber hecho yo.
Recuerdo cuando me enseñaste a montar en bicicleta, aquella BH azul, y luego años más tarde tus prácticas en el coche, en el 127 color café con leche y como me enseñaste a cambiar una rueda que uno nunca sabe donde y cuando puede pinchar.
Recuerdo lo orgulloso que estabas de tus hermanos y cuanto disfrutabais jugando a las cartas, esperando con anhelo aquellas reuniones familiares.
Recuerdo tu mano tan firme, tan fuerte en mi espalda cuando bailábamos, que música, que sensaciones, que tú.
Recuerdo....
Recuerdo tantas cosas buenas.
Pero lo que más recuerdo es tu sonrisa, tus ojos brillantes cuando tenías a tus nietos en el colo
o cerca de ti viéndolos crecer.
Recuerdo la enfermedad, esta que te hizo infeliz, que te apartó de nosotros antes de tiempo, que no pude compensar con nada para hacerte quedar un poco más.
A pesar de todo lo que más recuerdo es a ti, tu cariño, tu seguridad y tranquilidad que me transmitías.
Te echo de menos.
Te recuerdo.
Te quiero PAPA.
.... resurgiendo de las cenizas.
Dayco.
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